Horacio Guerra Marroquín: El impacto ambiental de los OGM

El debate en torno a los organismos genéticamente modificados (OGM) es enorme, nos confía Horacio Guerra Marroquín. Una de las principales consideraciones cuando se argumenta en contra del uso de productos OGM es el potencial de daño ambiental. ¿Cuáles son exactamente los riesgos ambientales a considerar con respecto a los OGM?
¿Qué es un OGM?
En primer lugar, es importante comprender con precisión lo que es un OGM. La Organización Mundial de la Salud (OMS) los define como organismos cuyo ADN ha sido alterado de manera no natural. Por lo general, las plantas transgénicas se cambian para que sean resistentes a los insectos, a los virus o a los herbicidas. Con estos cambios vienen algunos desafíos ambientales potencialmente problemáticos.
La toxicidad
En primer lugar, la toxicidad es un problema enorme en torno a los plaguicidas y herbicidas químicos, que se utilizan comúnmente con los OGM, además de la toxicidad inherente a estas plantas. Los OGM pueden ser tóxicos para organismos a los que no van dirigido.
Horacio Guerra Marroquín indica que las abejas y las mariposas son los ejemplos de los que más se habla en la actualidad. Las abejas son muy importantes en la polinización de muchos cultivos alimentarios. Desafortunadamente están extremadamente amenazadas por las técnicas agrícolas modernas, como los cultivos transgénicos. Las mariposas monarca están específicamente en riesgo por las plantas de maíz transgénico.
Además de las abejas y las mariposas, las aves también están en riesgo por los pesticidas, y trabajan como agentes de controles biológicos y polinizadores, al igual que las abejas.
¿Qué efectos a largo plazo?
Además, los efectos a largo plazo de los OGM no son seguros. Las plagas a las que se dirigen estos métodos agrícolas pueden adaptarse a los pesticidas y herbicidas. Horacio Guerra Marroquín indica además que se pueden efectuar cambios en el ADN de las plantas transgénicas para convertirlas en plantas transgénicas resistentes. Esto significa que no siempre serán efectivas, pero sus legados tóxicos permanecerán.
Problemas para el futuro
Es importante tener en cuenta los efectos acumulativos de productos. La evidencia también sugiere que los pequeños cambios genéticos en las plantas pueden producir cambios ecológicos aún mayores, lo que significa que hay potencial para que OGM se vuelvan persistentes y maleza en condiciones agrícolas, ya que se modifican para ser resistentes a algunas técnicas agrícolas modernas.
El medio ambiente en peligro
Por último, los OGM ponen en peligro la biodiversidad, si bien es fundamental en todos los ecosistemas y para la sostenibilidad de todas las especies. Cuando se plantan cultivos transgénicos, generalmente en forma de monocultivos, muchas de las semillas del patrimonio ya no se utilizan. La naturaleza de los OGM significa menos flores y, por lo tanto, menos néctar para los polinizadores. Las toxinas liberadas al suelo a través de ellos significan menos bacterias en el suelo, las cuales son parte integral de un suelo sano para que las plantas crezcan sin el uso de fertilizantes químicos. Se dejan residuos tóxicos en el suelo de los cultivos transgénicos.
Los nutrientes no son devueltos al suelo en monocultivos y de alimentos OGM, lo que significa que el suelo se está volviendo seco y vacío de todos los nutrientes, generalmente integrales al proceso de crecimiento. Se crea entonces un ciclo de dependencia de las semillas de OGM y fertilizantes químicos, pesticidas y herbicidas para cultivar un solo cultivo.
Además de los problemas del suelo, el riego utilizado para cultivar alimentos transgénicos lleva naturalmente todos estos problemas a las fuentes de agua y al aire. Esto expone a diferentes bacterias, insectos y animales a los mismos problemas.
Los impactos
Aparte de las cuestiones medioambientales, los OGM son también objeto de debates sociales y éticos. No hace falta decir que vivimos en un mundo interconectado, donde la forma en que interactuamos con la naturaleza puede causar una compleja serie de consecuencias. Estar informados sobre los alimentos que consumimos y la forma en que las técnicas agrícolas modernas están afectando el medio ambiente. Horacio Guerra Marroquín indica además que es una manera efectiva de interactuar conscientemente con el mundo natural.